Si has escuchado algo sobre los autistas, es que nos encanta la rutina.
Los profesionales que trabajan con gente dentro del espectro son famosos por los horarios con imágenes, apoyos visuales como los tableros de "primero-después" y el apego a la rutina. Sin embargo, muchos autistas siguen luchando incluso cuando se les presenta esta "rutina" que supuestamente apreciamos. Los elementos de transición, las historias sociales, los temporizadores y las indicaciones.
Pero, me di cuenta de algo.
La rutina neurotípica está limitada por el tiempo.
¿Qué es una buena rutina?
Un rápido vistazo a la literatura confirma que las rutinas nos hacen más felices, más sanos y más satisfechos con la vida. Los investigadores han encontrado que las rutinas ayudan a las personas a lograr lo que se conoce como fluidez—estar completamente inmerso en una actividad sin concepto de espacio, tiempo, o cualquier cosa a su alrededor.
Sin embargo, cuando se habla de una rutina, el tiempo está siempre presente.
A las 7, nosotros:
A las 7:30, nosotros:
A las 8, nosotros:
A las 8:23, nosotros:
etc.
etc.
etc.
etc.
etc.
Las rutinas basadas en el tiempo son un infierno para nuestra neurología; las rutinas autistas se basan en la fluidez y la experiencia sensorial. Puedo perderme durante horas sólo mirando la luz del sol bailando entre las hojas.
Me encanta el calor de mi taza presionada contra mis labios, inhalando el rico aroma de mi café negro.
Me encanta el patrón interminable del ritmo de una canción.
Me encanta el latido de mi corazón cuando mi marido entra por la puerta a las 3:30.
No son las 3:30 lo que necesito, son los estímulos interoceptivos de mi corazón felizmente latiendo porque él entra por la puerta.
Las rutinas, para mí, se basan en la experiencia de algo. La realización de algo. El comienzo de algo. El tiempo es una barrera estructural para estas experiencias.
Si interrumpes mi rutina, es doloroso.
Si no termino con la actividad y me la arrancas, me da miedo.
Me resulta difícil empezar, comprometerme, perderme.
Hace imposible para mí aprovechar uno de los aspectos más hermosos e inmersivos de ser autista.
Me niega la oportunidad de realizar plenamente mi identidad.
Los autistas se mueven en su propio tiempo y espacio.
Sí, las rutinas son importantes. Pero no en la forma en que tú piensas.
Estimulémoslos. Déjenos estar perdidos; cuando les parecemos perdidos, sólo nos encontramos a nosotros mismos. Puede que no tenga sentido dentro de las limitaciones temporales de una sociedad neurotípica, pero es una experiencia necesaria para los divergentes.

Sarah Selvaggi Hernandez es una terapeuta ocupacional autista, defensora y madre de familia. En su tiempo libre le gusta hacer infodump sobre el procesamiento sensorial, estimular con Hozier y volver a ver Firefly por millonésima vez. Mira su pagina de FaceBook.
Traducción @Marisol Picón | NeurodiverLetras Âû
Comentarios
Publicar un comentario