Un buen descanso nocturno no está garantizado para nadie, pero es muy difícil de conseguir para muchas personas autistas. Los individuos en el espectro autista a menudo tienen problemas para caer y permanecer dormidos.
Y eso puede empeorar ciertas características de su condición, como los comportamientos repetitivos, que pueden, a su vez, hacer que el sueño sea aún más difícil.
Dado este circuito de retroalimentación, los problemas de sueño son una de las preocupaciones más preocupantes de las familias que tratan con personas autistas. Pero hasta ahora, esto también está entre los aspectos menos estudiados del autismo.
Esto es lo que los investigadores saben hasta ahora sobre las causas y consecuencias de los problemas de sueño en el autismo — y sus tratamientos.
¿Qué tan comunes son los problemas de sueño en los niños autistas?
Un estudio realizado en 2019, uno de los más grandes en investigar la prevalencia de los problemas de sueño en el autismo, sugirió que casi el 80% de los niños autistas en edad preescolar tienen problemas de sueño. Los problemas de sueño son dos veces más comunes entre los niños autistas que entre los niños típicos o aquellos con otras condiciones de desarrollo.
¿Qué tipos de problemas de sueño son comunes en el autismo?
Las personas autistas tienden a tener insomnio: les toma un promedio de 11 minutos más que las personas típicas para dormirse, y muchos se despiertan frecuentemente durante la noche. Algunas personas con esta condición tienen apnea del sueño, una condición que hace que dejen de respirar varias veces durante la noche.
El sueño en las personas autistas también puede ser menos reparador que para las personas de la población general. Pasan alrededor del 15% de su tiempo de sueño en la etapa de movimientos oculares rápidos (MOR), que es fundamental para el aprendizaje y la retención de recuerdos. La mayoría de las personas neurotípicas, por el contrario, pasan alrededor del 23% de su descanso nocturno en MOR.
¿Tiene consecuencias esta falta de buen sueño?
Cada vez hay más pruebas de que dormir poco puede exacerbar las características del autismo, como la falta de habilidades sociales. Los niños que no duermen lo suficiente, a menudo tienen comportamientos repetitivos más severos y les cuesta más trabajo hacer amigos que otras personas del espectro. También tienden a obtener una puntuación más baja en las pruebas de inteligencia. Sin embargo, no está claro si estos problemas se derivan de un sueño deficiente, contribuyen a él o ambos.
Un estudio de 2009 encontró que los niños autistas que tienen dificultades para dormir son más hiperactivos y se distraen más fácilmente que los que duermen bien.
¿Por qué las personas autistas tienen dificultades para dormir?
Muchas personas autistas tienen otras afecciones,como problemas gastrointestinales, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o ansiedad y se sabe que cada una de ellas interrumpe el sueño. Los calambres causados por el estreñimiento, por ejemplo, pueden mantener despierta a una persona autistas durante la noche. La sensibilidad sensorial a la luz, el sonido o el tacto puede contribuir a dificultar el sueño. Los problemas de sueño también pueden ser un indicador de depresión en las personas autistas, aunque no está claro si es una causa o un resultado de las dificultades para dormir.
Las personas con estas otras condiciones también pueden tomar medicamentos que afectan al sueño. Por ejemplo, muchas personas con TDAH toman estimulantes, que se sabe que causan insomnio.
En algunos casos, las personas en el espectro son portadoras de mutaciones que las hacen propensas a problemas de sueño. Los estudios sugieren que los individuos autistas tienen más probabilidades que las personas típicas de tener mutaciones en los genes que gobiernan el ciclo de sueño-vigilia o los que tienen vínculos con el insomnio. Algunos estudios sugieren que las personas en el espectro son portadoras de mutaciones que afectan los niveles de melatonina, una hormona natural que controla el sueño.
¿Cómo pueden los investigadores evaluar los problemas de sueño en las personas autistas?
La polisomnografía es el tipo más común y completo de prueba de sueño. Rastrea las ondas cerebrales de una persona, el movimiento de los ojos, las extremidades y los patrones de respiración durante el sueño. Debido a que requiere múltiples sensores, cables y computadoras, se realiza típicamente en un laboratorio.
Pero este método estándar no siempre es práctico para las personas autistas, muchas de las cuales requieren rutinas específicas a la hora de dormir. Al menos un grupo de investigación ha llevado equipos de polisomnografía a las casas de las personas autistas para tratar de evitar este problema.
Una prueba de sueño menos invasiva es la actigrafía, en la que un dispositivo similar a un reloj de pulsera registra los movimientos de una persona durante la noche. Las personas pueden usar el dispositivo en casa para registrar la cantidad de tiempo que una persona duerme cada noche.
Los investigadores también pueden conocer los patrones de sueño entrevistando a las familias o pidiéndoles que lleven diarios de sueño. Pero estos métodos son propensos a errores porque dependen de la memoria de las personas.
¿Existen tratamientos disponibles para ayudar a las personas autistas a dormir mejor?
En cierto modo, la solución puede ser sencilla: Establecer una rutina, como un orden de actividades a la hora de acostarse, a menudo puede ayudar a una persona a dormirse; también lo puede hacer cambiar la temperatura o la iluminación de un dormitorio. Si se respetan las horas de acostarse y de levantarse, el cerebro y el cuerpo pueden establecer un horario que haga que el sueño sea más fiable.
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos ha aprobado medicamentos para el insomnio, como Ambien — medicamentos usados para tratar el insomnio y la ansiedad — para adultos autistas pero NO para niños. Para problemas más graves, como la apnea del sueño, los médicos a veces recomiendan un dispositivo de respiración nocturna, como una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés) o, en casos poco frecuentes, una cirugía.
Pero para muchos problemas de sueño, los suplementos de melatonina pueden ser una buena opción. Algunas investigaciones sugieren que los suplementos ayudan a los niños autistas a dormir más rápido y a obtener un sueño de mejor calidad.
¿Dormir mejor mejoraría la calidad de vida de las personas del espectro?
Tal vez. No existe ningún estudio grande y definitivo sobre este tema. Pero las investigaciones han demostrado que los niños típicos y aquellos dentro del espectro que se someten a una cirugía para aliviar los problemas respiratorios durante el sueño muestran una mejor comunicación social y atención, así como menos comportamientos repetitivos. Los padres informaron de mejoras similares en un pequeño estudio de niños autistas que tomaron suplementos de melatonina.
Un mejor sueño "no va a curar el autismo", dice la pediatra Angela Maxwell-Horn, profesora adjunta de pediatría en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee. Pero, dice, los niños autistas que vuelven a un horario regular de sueño parecen aprender mejor, son menos irritables y tienen menos conductas problemáticas.
REFERENCIAS:
1. Goldman S.E. et al. Dev. Neuropsychol. 34, 560-573 (2009) PubMed
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