Expedientes de Hans Asperger
Nombre: Herta Schreiber.
Edad: 2 años 10 meses.
27 de Junio de 1941.
En sus publicaciones de la época de la guerra, Asperger aparece como alguien que declaró su disposición a cooperar con el estado nazi, propagó -aunque con menos entusiasmo que otros- elementos de la higiene racial nazi e intentó argumentar que su disciplina tenía un papel importante que desempeñar dentro del nuevo orden político.
Su principal argumento era la capacidad de la “Educación curativa” para convertir a los niños problemáticos, difíciles o "anormales" en miembros útiles de la sociedad. Sin embargo, su profesado optimismo pedagógico alcanzaba sus límites en los niños con mayores grados de discapacidad mental. Aunque en su pabellón solía ocuparse de los casos más prometedores, en el transcurso de sus múltiples actividades como experto en niños "anormales", también se enfrentó a niños para los que el Estado nazi tenía poco más en mente que un discreto exterminio medicalizado. En este sentido, como veremos, su trayectoria fue mixta.
El centro “Spiegelgrund” se fundó en julio de 1940 en las instalaciones del hospital psiquiátrico Steinhof de Viena, después de que unos 3.200 pacientes hubieran sido enviados al centro de exterminio de Hartheim.
El nuevo centro estaba dirigido por Erwin Jekelius, antiguo colega de Asperger en la clínica universitaria. Durante el mandato de Jekelius en Spiegelgrund, la instalación se convirtió en un punto de recogida de niños que no se ajustaban a los criterios del régimen de "valía hereditaria" y "pureza racial". De 1940 a 1945, casi 800 niños perdieron la vida en la institución; muchos de ellos asesinados por envenenamiento y otros métodos.
El 27 de junio de 1941, dos meses antes de su tercer cumpleaños, Asperger examinó en su clínica a una niña llamada Herta Schreiber. Herta, la menor de nueve hijos, mostraba signos de desarrollo mental y físico alterado desde que había enfermado de encefalitis unos meses antes. El informe de diagnóstico de Asperger sobre Herta dice lo siguiente:
Trastorno severo de la personalidad (¿post-encefálico?): retraso motor más severo; idiotez erética; convulsiones. En casa la niña debe ser una carga insoportable para la madre, que tiene que cuidar a cinco niños sanos. El internamiento permanente en Spiegelgrund parece absolutamente necesario.
Descripción de la imagen: Herta Schreiber en la clínica de "eutanasia" Spiegelgrund, donde murió 3 meses después de su ingreso (la foto ha sido recortada).
Descripción de la imagen:
Hans Asperger recomienda el traslado de Herta a Spiegelgrund porque "debe ser una carga insoportable para su madre", 27 de junio de 1941.
Herta fue admitida en el Spiegelgrund el 1 de julio de 1941. El 8 de agosto, Jekelius la denunció ante el Comité del Reich para el Registro Científico de Enfermedades Hereditarias y Congénitas Graves, la organización secreta que estaba detrás de la "eutanasia" infantil. En el formulario que envió a Berlín, Jekelius señaló que Herta no tenía posibilidades de recuperarse, pero que su estado no reduciría su esperanza de vida, una combinación inaceptable a los ojos de los "expertos" en eutanasia.
El 2 de septiembre, un día después de su tercer cumpleaños, Herta murió de neumonía, la causa más común de muerte en Spiegelgrund, que se inducía rutinariamente mediante la administración de barbitúricos durante un período de tiempo más largo.
El 8 de agosto de 1941, Erwin Jekelius denunció a Herta ante el Comité del Reich para el Registro Científico de Enfermedades Hereditarias y Congénitas Graves, la organización secreta responsable del programa de "eutanasia" infantil (WStLA)
Una nota en el expediente del Spiegelgrund de Herta indica que su madre no sólo sabía el destino que le esperaba a su hija en el centro, sino que lo aceptaba o incluso lo esperaba:
La madre pide que se le notifique si el estado de la niña empeora. El marido no debe ser informado, estaría demasiado molesto. Dice entre lágrimas que puede ver por sí misma que el niño no está bien mentalmente.
Si no se le puede ayudar, sería mejor que muriera. No tendría nada en este mundo, sólo sería ridiculizada por los demás. Como madre de tantos otros niños no querría eso para ella, así que sería mejor que muriera.
Descripción de la imagen.
Una nota en el archivo Spiegelgrund de Herta sugiere que su madre era consciente de que su hija sería asesinada en la clínica (WStLA)
En el contexto de la Viena gobernada por los nazis, parece que la madre de Herta, con un marido en la guerra y seis hijos a los que cuidar -uno de ellos con una grave discapacidad mental-, había llegado a un punto en el que la posibilidad de quitarse esa responsabilidad de encima le parecía un alivio, aunque significara entregar a su hija a la muerte a sabiendas. En una sociedad impregnada de desprecio por la "vida indigna", el estigma social de la discapacidad mental debía ser agudo, y el miedo al ridículo es, de hecho, el principal argumento del documento citado. De la denominación religiosa de Herta, gottgläubig (teísta), puede deducirse que la familia había abandonado la Iglesia católica bajo la influencia de la oposición de los nazis a la religión organizada, una práctica que normalmente sólo seguía una minoría radical de simpatizantes nazis ([82]: 281-3). A esto hay que añadir la falta de apoyo institucional, ya que cada vez más hogares para niños discapacitados se disolvían y se volvían a dedicar como instituciones para los niños "sanos" y "valiosos".
¿Qué ocurrió entre la madre de Herta y Asperger antes de que éste decidiera trasladar a Herta a Spiegelgrund? ¿Discutieron abiertamente la posibilidad de la "eutanasia"? En caso afirmativo, ¿se dirigió ella a Asperger con su decisión ya tomada, o fue él quien se la ofreció como "solución"? ¿O fue él quien decidió de forma independiente lo que consideraba mejor, basándose en la información que ella le proporcionó? A partir de los documentos disponibles, no podemos saberlo con certeza. Lo único que tenemos es la breve nota de Asperger sobre Herta en la que pide su "colocación permanente" en Spiegelgrund; sea o no un eufemismo consciente de asesinato, está claro que no esperaba que Herta volviera.
Este caso es revelador, sobre todo en lo que respecta al credo terapéutico de Asperger. Como se ha mencionado anteriormente, él abogó repetidamente por dar a las personas con anomalías mentales la mejor atención disponible para desarrollar su potencial en la medida de lo posible. Sin embargo, nunca abordó la cuestión de qué debía ocurrir en los casos sin esperanza de mejora. Los niños por los que abogaba Asperger eran aquellos que prometían algún beneficio futuro para la sociedad. No debemos confundirlos con el grupo etiquetado como bildungsunfähig (ineducable), que fue objeto de asesinato en el programa de "eutanasia" infantil. En el caso de Herta Schreiber, Asperger no esperaba ninguna mejora futura, lo que hacía inútiles los esfuerzos posteriores. Su diagnóstico (aunque con un signo de interrogación) fue "estado post-encefálico". En 1944, publicó un artículo sobre este tema, en el que escribió: "Todo el trabajo realizado en nuestra sala se lleva a cabo con un fuerte optimismo pedagógico [...]. Pero en el caso de estas personalidades post-encefalíticas, también tenemos que decir que uno en la mayoría de los casos tiene que capitular en gran medida".
Fuente:
Hans Asperger, el Nacionalismo y la ‘Higiene Racial’ en la Viena Nazi
Traducción @Saided DePriest | @NeurodiverLetras ÂûEdición @Marisol Picón | @NeurodiverLetras Âû
Comentarios
Publicar un comentario