Por ANGIE VOYLES ASKHAM
Octubre 15, 2020
El autismo es una condición del neurodesarrollo. Aunque se diagnostica con base en la presencia de dos comportamientos centrales — intereses restringidos y comportamientos repetitivos, así como dificultades con las interacciones sociales y la comunicación — se cree que esos rasgos surgen debido a alteraciones en la forma en que las diferentes partes del cerebro se forman y se conectan entre sí.
Ninguna investigación ha descubierto una estructura cerebral 'característica' para el Autismo, lo que significa que no aparece un patrón único de cambios en cada persona autista. Los estudios de la estructura del cerebro a menudo arrojan resultados diferentes — hay una gran variedad entre los individuos en general. Pero han comenzado a surgir algunas tendencias para subconjuntos de personas autistas. Estas diferencias podrían algún día proporcionar una idea de cómo funcionan los cerebros de algunas personas autistas. También pueden indicar tratamientos personalizados para subtipos particulares de autismo.
Esto es lo que sabemos acerca de cómo la estructura del cerebro difiere entre las personas autistas y NO autistas.
¿Qué regiones del cerebro se sabe que son estructuralmente diferentes entre las personas autistas y las NO autistas?
Los estudios que hacen uso de una técnica de escaneo cerebral llamada Resonancia Magnética Nuclear (RMN) han resaltado algunas regiones del cerebro que son estructuralmente distintas en las personas autistas.
Los niños y adolescentes con autismo a menudo tienen un hipocampo agrandado, el área del cerebro responsable de formar y almacenar recuerdos, sugieren varios estudios, pero no está claro si esa diferencia persiste en la adolescencia y la edad adulta 1, 2 .
El tamaño de la amígdala también parece diferir entre las personas autistas y NO autistas, aunque los investigadores de diferentes laboratorios han arrojado resultados contradictorios. Algunos encuentran que las personas autistas tienen amígdalas más pequeñas que las personas NO autistas, o que sus amígdalas son más pequeñas solo si también tienen ansiedad 3 . Otros han descubierto que los niños autistas tienen la amígdala agrandada en una etapa temprana del desarrollo y que la diferencia se nivela con el tiempo 2,4 .
Las personas autistas tienen cantidades reducidas de tejido cerebral en partes del cerebelo, la estructura cerebral en la base del cráneo, según un metanálisis de 17 estudios de imágenes 5 . Durante mucho tiempo, los científicos pensaron que el cerebelo coordina principalmente los movimientos, pero ahora entienden que también desempeña un papel en la cognición y la interacción social.
En un nivel más global, la corteza — la capa externa del cerebro — parece tener un patrón diferente de espesor en personas autistas y NO autistas. Esta diferencia se rastrea con alteraciones en un solo tipo de neurona durante el desarrollo, sugiere un estudio de 2020.
¿Cómo cambian estas diferencias estructurales durante el desarrollo?
Algunos bebés a los que luego se les diagnostica autismo tienen un crecimiento inusualmente rápido en ciertas regiones del cerebro, según múltiples estudios 6 , 7 , 8 . En comparación a los NO autistas, los niños autistas tienen una expansión significativamente más rápida del área superficial de su corteza entre los 6 y los 12 meses de edad. En el segundo año de vida, el volumen del cerebro aumenta mucho más rápido en los niños autistas que en sus pares no autistas.
Los resultados respaldan investigaciones anteriores que vieron cabezas y cerebros agrandados en una fracción de personas autistas: su corteza parece expandirse demasiado rápido en la infancia y la niñez temprana, incluso antes de que los rasgos de autismo puedan detectarse conductualmente. Durante la niñez tardía, los cerebros neurotípicos continúan creciendo en tamaño; en la edad adulta, comienzan a encogerse. Por el contrario, los cerebros de algunas personas autistas comienzan a encogerse prematuramente , antes de cumplir los 20 años.
Algunos niños a los que luego se les diagnostica autismo también tienen un exceso de líquido cefalorraquídeo — el líquido que rodea el cerebro — en comparación con sus compañeros NO autistas, lo que puede contribuir a tener una cabeza agrandada. Aquellos con más líquido tienden a tener también los rasgos de autismo más prominentes más adelante en la vida 7 . El exceso de líquido aparece a los 6 meses de edad y persiste hasta los 3 años 9 .
¿Qué pasa con la estructura de las conexiones entre las regiones del cerebro?
Un sólido cuerpo de evidencia sugiere que la materia blanca, los haces de largas fibras neuronales que conectan las regiones del cerebro, también se altera en las personas autistas. Los investigadores generalmente infieren la estructura de la materia blanca mediante el uso de una técnica llamada RMI de difusión, que mide el flujo de agua en todo el cerebro.
Las personas que carecen de todo o parte de un tracto de materia blanca llamado cuerpo calloso , que conecta los dos hemisferios del cerebro, tienen una mayor probabilidad de ser autistas o tener rasgos de la condición 10 . El cuerpo calloso contiene muchas de las conexiones de largo alcance que se extienden por todo el cerebro; el hecho de que la interrupción de esas conexiones pueda conducir a rasgos de autismo respalda la teoría de la conectividad del autismo .
Los niños en edad preescolar autistas muestran diferencias significativas en la estructura de múltiples tractos de materia blanca , según un estudio de 2020. Los niños pequeños y adolescentes autistas también muestran alteraciones en la materia blanca en todo el cerebro 11 , 12.
¿ Existen diferencias de sexo en la estructura cerebral de las personas autistas?
No está claro. Identificar las diferencias sexuales en el autismo sigue siendo un desafío porque menos niñas que niños son diagnosticadas con autismo, dice Mark Shen , profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Aún así, algunos estudios recientes han revelado indicios de diferencias sexuales en el cerebro autista. Un estudio de 2020 mostró que la amígdala se ve más afectada en las niñas autistas que en los niños autistas 13 . Una amígdala agrandada se asocia con problemas emocionales más severos específicamente en niñas autistas, según otro trabajo.
Los cambios en la materia blanca en niños en edad preescolar autistas también difieren según el sexo: las niñas autistas tienen una mayor medida de integridad estructural en su cuerpo calloso en comparación con las niñas NO autistas, mientras que esa medida es menor en los niños autistas que en los niños NO autistas 14 .
Otras diferencias estructurales, como la tasa de crecimiento del cerebro y la cantidad de líquido cefalorraquídeo, parecen similares entre los sexos 6 , 9 .
¿Por qué es importante estudiar la estructura del cerebro en el autismo?
Debido a que el autismo es una condición heterogénea, "cuando hablamos de autismo, probablemente estemos hablando de diferentes subtipos biológicos", dice Shen.
Aunque no todos los bebés a los que luego se les diagnostica autismo tendrán un exceso de líquido cerebral a los 6 meses de edad, y no todos los adultos autistas tienen un cuerpo calloso subdesarrollado, aprender más sobre estos subtipos puede ayudar a los investigadores a desarrollar tratamientos biológicos para personas autistas.
Además, encontrar biomarcadores estructúrales que puedan identificar subtipos de autismo de una manera no invasiva, incluso antes de que se puedan detectar los comportamientos del autismo, ayudará a "mover la aguja" para los diagnósticos de autismo, dice Shen.
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